Los expertos estiman que los ciberataques que perturbaron las elecciones estadounidenses de 2016 deberían servir de advertencia para calcular el impacto que podrían tener acciones similares en los Juegos, que se celebran en Pyeongchang, Corea del Sur.
Hay "un número creciente de oportunidades de manipulación digital a medida que los deportes incorporan nuevas tecnologías diseñadas para mejorar el entrenamiento de los atletas, enriquecer la experiencia de los aficionados e incluso ayudar a los árbitros a decidir los resultados".
Según los expertos, los "hackers" podrían atacar los JJOO infiltrándose en los sistemas informáticos o en las pantallas de puntuación de un estadio, podrían revelar informaciones confidenciales sobre los atletas o atacar a los aficionados y medios de transporte.
"Lo más serio sería el daño físico que se podría causar a los atletas o a los espectadores, en cuyo caso el evento sería eclipsado y probablemente cancelado", advirtieron los investigadores del Centro de Ciberseguridad de la universidad.
ANTECEDENTES DE ATAQUES
Según ellos, piratas informáticos ya han intentado infiltrarse en eventos deportivos en los últimos años. Ejemplo de ello se ve en los Mundiales de Fútbol de 2014 cuando "hacktivistas" piratearon las direcciones de correo de varios responsables brasileños.
En 2013, el grupo de Anonymous afirmó haber pirateado el sitio de internet de Fórmula 1 para protestar contra el Gran Premio de Bahrein de ese mismo año.
La directora del Centro, Betsy Cooper, afirma que los organizadores de los futuros Juegos Olímpicos se están tomando muy en serio la cuestión de la seguridad, un hecho que supondrá un gran beneficio.
Fuente: sport.es