Después del trabajo realizado por el ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat lidera la nueva etapa del Proyecto Olímpico Pirineos-Barcelona. En mayo se creó una mesa de trabajo y la Federació Catalana d’Esports d’Hivern (FCEH) recibió el encargo de realizar un estudio de oportunidad a presentar a mediados de 2018. Éste es el primer paso q realizar. A lo largo de la temporada de invierno, la FCEH realizará un trabajo de campo en el Pirineo, en el que tomará el pulso a la posible presentación de la candidatura de las comarcas de montaña. Un trabajo que durará hasta el fin de la temporada de nieve y que presentaría a la Secretaria General de l’Esport. Si la respuesta es afirmativa, si existe consenso y la ciudadanía lo ve positivo, la Generalitat trasladará el requerimiento al COE, que posteriormente lo harían llegar al Comité Olímpico Internacional (COI).
Que el primer informe sea favorable, la rebaja de exigencia del COI y las buenas instalaciones del Pirineo y Barcelona, claves
Este reimpulso de la candidatura es en buena medida posible por la rebaja de las exigencias del COI para que una sede puede acoger los Juegos de Invierno. Basta recordar las renuncias recientes de Estocolmo a los Juegos de 2022 o de Innsbruck para los de 2026; ciudades y países con una gran tradición de nieve; lo que ha ‘obligado’ al COI a trasladar los Juegos a ciudades emergentes como las asiáticas de Peyeongchang para 2018 y Pekín en 2022.
¿Con Francia?
El máximo organismo internacional olímpico quiere que las candidaturas sean a partir de ahora una apuesta de territorio y además facilita al máximo las cosas, hasta el punto que, por ejemplo, deportes como el skeleton o el esquí de saltos, de los que no hay instalaciones en España, puedan celebrarse en subsedes vecinas, como por ejemplo en Francia, evitando que el país organizador tenga que realizar una enorme inversión y que después estas instalaciones pasen a ser un objeto más del mobiliario urbano.
Los Juegos tienen que ser de la ciudadanía, aspecto que destacó ayer Gerard Figueras: “Con el Pirineo que tenemos y la ciudad de Barcelona, unos Juegos tienen cabida y pueden ser buenos para el territorio. Los Juegos Olímpicos serían una excelente oportunidad para situar los Pirineos catalanes como un gran destino de nieve. Si nosotros como país estamos dispuestos a probarlo, el Comité Olímpico Internacional nos acompañará sobre todo no poniendo el territorio al servicio de los Juegos, sino poniendo los Juegos al servicio del territorio, para que se hagan, sean un éxito y para que después haya un legado en forma de deporte, de dinamización económica, de cohesión y de preservación en el entorno”.
Figueras añadió que este nuevo enfoque “nos ayuda porque permite que más allá de una ciudad sea un territorio de ciudades los que hagan una apuesta. Creo que unos Juegos de Invierno pueden cohesionar el Pirineo y ser un proyector ganador”.
CELES PIEDRABUENA - Redactor Web
FABIO MARCHI - Redactor Motor y Polideportivo