La ausencia de candidaturas agrava la crisis de los Juegos Olímpicos de Invierno

Oslo, Múnich o Innsbruck dieron un paso atrás por los presupuestos: el COI, que sólo contaba con dos aspirantes a los Juegos de 2022 y 2024, hace frente a una nueva crisis de candidaturas a dos años de la atribución de los Juegos de Invierno 2026.

¿Cuántos candidatos estarán en liza en otoño de 2019, durante la sesión del Comité Olímpico Internacional en Milán, en la que se atribuirán los Juegos de Invierno de 2026?

En julio de 2015, en Kuala Lumpur, sólo eran dos ciudades las candidatas, cuando Pekín superó a Almaty. Cuatro años antes, Pyeongchang había logrado los Juegos de 2018 en competencia con Múnich y Annecy.

Varias ciudades candidatas (Hamburgo, Boston, Roma y Budapest) renunciaron paulatinamente a los Juegos Olímpicos de Verano de 2024, finalmente atribuidos a París, mientras que Los Ángeles le sucederá en la edición de 2028.

La carrera para la cita olímpica de 2026 ya se ha cobrado una víctima; el domingo, los habitantes del Tirol austríaco rechazaron por más del 53% de los votos la candidatura de Innsbruck.

Para Jon Tibbs, dirigente de la agencia británica JTA y consejero de comunicación de la candidatura de Los Ángeles, la retirada de Innsbruck representa "un revés, pero no es un desastre" para el CIO.

Explicar el proyecto


"Fue un error organizar ese referéndum tan pronto. La consulta popular creó más interrogantes que respuestas aportó", explica Tibbs para el que "los organizadores de Innsbruck debieron haber explicado antes su proyecto".

El COI, afectado de forma indirecta por varios escándalos de corrupción, indicó el lunes que "comparte la decepción del Comité Olímpico Austríaco", añadiendo que "continuaría sus debates con los comités nacionales olímpicos y las ciudades interesadas de Europa, Asia y Europa".

Mientras que la fase de "invitación" está abierta hasta el 29 de septiembre, el COI ya se reunió con los representantes de Sion (Suiza), Calgary (Canadá) y Estocolmo (Suecia).

A estas tres ciudades debería unirse una candidatura estadounidense, después de que el Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) confirmase el viernes que estaban "interesados" en los Juegos de Invierno, aunque dudan entre 2026 y 2030.

Denver, Reno-Tahoe y Salt Lake City, anfitriona de la cita de 2002, los últimos en Estados Unidos, mostraron su predisposición.

En Asia, la estación japonesa de Sapporo, que recibió los Juegos en 1972, podría entrar en la carrera al igual que Almaty, superada en 2022.

La ciudad de Sion, que ha vivido varios fracasos, el último en la atribución de los Juegos 2006 a Turín, se encuentra también bajo la amenaza de un rechazo popular. El proyecto, aprobado por el gobierno federal, deberá ser sometido a referéndum.

Sin confiada

El antiguo vicepresidente de la Federación Suiza de Esquí se mostró "convencido de que en el momento en que todos los aspectos de los costes se den a conocer", la población se dará cuenta de que Sion "propone un avance realmente nuevo, realista y transparente, que permitirá a toda la región beneficiarse de una herencia positiva de los Juegos", expone Jean-Philippe Rochat, presidente de Sion-2026.

Frente al desenfreno de gastos en los Juegos de Sochi, y ante el riesgo de sobrepasar los presupuestos, el COI se afana en poner por delante la Agenda-2020, que pretende reducir los costes de la candidatura y de la organización.

"El discurso sobre las reformas de la Agenda-2020 es bueno", responde Jon Tibbs. "Pero el COI debería hacer más y explicar su contenido donde tengan lugar los referendos".

El británico se muestra no obstante optimista: "Basta mirar el éxito en la preparación de los Juegos de la Juventud-2020 en Lausanna: hay aún un apetito en los países alpinos de Europa occidental por los proyectos olímpicos".

Y si sólo quedasen dos ciudades en liza para 2026, podría considerarse una doble atribución, comparable a la que repartió los Juegos de 2024 y 2028 a París y Los Ángeles.


Fuente: ecodiario.eleconomista.es