PyeongChang 2018, unos Juegos Olímpicos bajo la sombra del desafío norcoreano

PyeongChang 2018, unos Juegos Olímpicos bajo la sombra del desafío norcoreano
La tensión entre Pyongyang y Washington y los repetidos test de armas del régimen han desatado inquietud por la seguridad en los Juegos de Invierno de PyeongChang, que se celebrarán en febrero próximo junto a la frontera norcoreana.

A falta de poco más de un mes para que llegue a Corea del Sur la antorcha procedente de Grecia y a 135 días de su inicio (empieza el 9 de febrero), la crisis norcoreana se le ha atravesado a la cita olímpica.

La escalada verbal que han protagonizado en los últimos días Donald Trump y Kim Jong-un, unido al último ensayo nuclear de Pyongyang o el despliegue de bombarderos estadounidenses en las cercanías de la costa norcoreana han desatado preocupación en países que enviarán atletas al evento como Francia, Alemania o Austria.

El comité organizador ha mostrado su absoluta confianza en que, pese a la creciente tensión en la península coreana, PyeongChang 2018 no se convertirá en el primer evento olímpico en ser cancelado desde que la II Guerra Mundial obligó a anular los Juegos de 1940.

"Estamos preocupados por los comentarios agresivos de Kim Jong-un y Trump", admitió en rueda de prensa el ministro de Cultura, Deportes y Turismo surcoreano, Do Jong-whan, que dijo comprender la inquietud en materia de seguridad.

Cuando el COI eligió PyeongChang en julio de 2011, Kim Jong-il, padre del actual líder, aún estaba vivo y las crisis periódicas con Seúl y Washington eran estacionales, generaban menos estruendo y, ante todo, no implicaban tantas pruebas de armas por parte del régimen.

En todo caso, muchos recuerdan estos días que, pese a los temores que infunde esta crisis, la mitad de las 360.000 entradas puestas a la venta para espectadores foráneos ya se han vendido.

También, que Corea del Sur ya tiene la experiencia de haber organizado con éxito rotundo unos Juegos, los de Seúl 88, sobre los que planeó la sombra del régimen de los Kim, que además de boicotearlos deportivamente orquestó un atentado en noviembre de 1987 que costó la vida a los 115 tripulantes del vuelo 858 de Korean Air.

Resulte finalmente en éxito o fracaso, lo que parece claro es que la creciente inestabilidad que se vive en Asia nororiental amenaza ya con estar muy presente en las tres próximas sedes que ha designado el COI, pues a PyeongChang le seguirán Tokio en 2020 y después Pekín en 2022.

Fuente: deportesrcn.com